martes, 22 de noviembre de 2011

entrega final | t.p 5 | el viaje | LIMA



He aquì nuestra pieza terminada (mentira, DEBEMOS rehacer el sonido)
A medida que van pasando los dìas, voy tomando distancia y puedo apreciar cosas que estando inmerso no veìa.
Estoy conforme con el resultado aunque no lo veo equivalente a todo el trabajo, el proceso y el esfuerzo puesto.
Me pregunto si serà equivalente el esfuerzo al producto, o si la relaciòn es 2 a 1, y es necesario poner mucho mas cuerpo y alma para que los resultados empiecen a lucirse.
Lo que sè, es que fuè en el trabajo que màs aprendi, desde las cosas mas pequeñas, como los detalles de arte, hasta lo mas groso como producir todo en una ciudad a 100km de casa.
Estuvo bien en un comienzo ser ambiciosos y querer a 5 actores y 10 extras actuando en el club del barrio. Aunque sentimos que fue una perdida de tiempo ese rodaje fallido, de los errores tambien se aprende.
A pesar de haber dividido roles, los mìos fueron asistente de produccion, arte (junto a Maca), sonido (junto a Mati) y edicion (junto a todos); todos formamos parte del proceso creativo con Mati (presidente y director) a la cabeza, y de las decisiones mas abruptas. Es por eso que lo sentimos muy nuestro.
Al margen de todo, la grata experiencia de convivir y compartir tanto tiempo con los chicos. A pesar de las crisis supimos mantenernos en eje y resolver siempre todo con el humor a flor de piel. Si de algo no nos privamos fue de reirnos hasta el dolor.
Sigo pensando y no paro de encontarle genialidades a esta cursada, a esta càtedra, a esta carrera.

Teaser Lima

Primer encuentro

domingo, 16 de octubre de 2011

Habìa una vez un circo chileno en Lima

Ni se acerca a lo que queremos plantear en nuestro trabajo pero estuvo bueno mirar este circo desde afuera Imaginamos lo que sucedia adentro a traves del sonido. Nos detuvimos en sus detalles. Expusimos nuestros pensamientos sobre circos.



Hola Lima

Resumen de mi bitàcora de primer viaje




sábado, 8 de octubre de 2011

Destino : LIMA


EL VIAJE EN GLOBO.
J.L Borges


Como lo demuestran los sueños, como lo demuestran los ángeles, volar es una de las ansiedades elementales del hombre. La levitación no me ha sido aún deparada y no hay razón alguna para suponer que la conoceré antes de morir. Ciertamente el avión no nos ofrece nada que se parezca al vuelo. El hecho de sentirse encerrado en un ordenado recinto de cristal y de hierro no se asemeja al vuelo de los pájaros ni al vuelo de los ángeles. Los vaticinios terroríficos del personal de a bordo, con su ominosa enumeración de máscaras de oxígeno, de cinturones de seguridad, de puertas laterales de salida y de imposibles acrobacias aéreas no son, ni pueden ser, auspiciosas. Las nubes tapan y escamotean los continentes y los mares. Los trayectos lindan con el tedio. El globo, en cambio, nos depara la convicción del vuelo, la agitación del viento amistoso, la cercanía de los pájaros. Toda palabra presupone una experiencia compartida. Si alguien  no ha  visto  nunca el rojo, es inútil que yo lo compare con la sangrienta luna de San Juan el Teólogo o con la ira; si alguien ignora la peculiar felicidad de un paseo en globo es difícil que yo pueda explicársela. He pronunciado la palabra felicidad; creo que es la mas adecuada. En California, hará unos treinta días, Maria  Kodama y yo fuimos a una modesta oficina perdida en el valle de Napa. Serían las cuatro o las cinco de la mañana; sabíamos que estaban por ocurrir las primeras claridades del alba. Un camión nos llevó a un lugar aún mas distante, remolcando la barquilla. Arribamos a un sitio de la llanura que podía ser cualquier otro. Sacaron la barquilla, que era un canasto rectangular de madera y de mimbre y empeñosamente extrajeron el gran globo de una valija, lo desplegaron en la tierra, separaron el género de nylon con ventiladores, y el globo cuya forma era la de una pera invertida, como en los grabados de las enciclopedias de nuestra infancia, creció sin prisa hasta alcanzar la altura y el ancho de una casa de varios pisos. No había ni puerta lateral ni escalera; tuvieron que izarme sobre la borda. Éramos cinco pasajeros y el piloto que periódicamente henchía de gas el gran globo cóncavo. De pie, apoyamos las manos en la borda de la barquilla. Clareaba el día; a nuestros pies a una altura angelical o de alto pájaro se abrían los viñedos y los campos. El espacio era abierto, el ocioso viento que nos llevaba como su fuera un lento río, nos acariciaba la frente, la nuca o las mejillas. Todos sentimos, creo, una felicidad casi física. Escribo casi porque no hay felicidad o dolor que sean sólo físicos, siempre intervienen el pasado, las circunstancias, el asombro y otros hechos de la conciencia. El paseo, que duraría una hora y media, era también un viaje por aquel paraíso perdido que constituye el siglo diecinueve. Viajar en el globo imaginado por Montgolfier era también volver a las páginas de Poe, de Julio Verne y de Wells.Se recordará que sus selenitas, que habitan el interior de la luna, viajaban de una a otra galería en globos semejantes al nuestro y desconocían el vértigo.

Este fin de semana largo, nos tomaremos el atrevimiento, y haremos todo lo posible por ponernos en la piel de Kodama y Borges. 
Transformaremos el auto en globo aerostàtico y agudizaremos nuestros sentidos. Seremos permeables a lo que nos tenga preparado Lima.

viernes, 7 de octubre de 2011

TP 6 - "EL VIAJE"

Algunas situaciones audiovisuales de viaje

"Fresas salvajes", Igmar Bergman, 1957.
Viaje introspectivo, espiral, personal, ìntimo. Direccionalmente, de un origen a un destino. Internamente, del destino hacia atràs.





"Il sorpasso", Dino Risi, 1962
Viaje turìstico por las carreteras italianas en el que el protagonista desestructura la vida rutinaria de su compañero de viaje





Me resultò muy curiosa la similitud de las siguientes road movies. De haberse estrenado primero 'Little Miss Sunshine' pensarìamos en una especie de guiño de Trapero hacia ella. Pero no. Y dudo que se haya dado a la  inversa.

"Familia Rodante", Pablo Trapero, 2004



"Little Miss Sunshine", Jonathan Dayton, Valerie Faris, 2006